Grupo Gen Arquitectura

Centro cívico “Tangram”, Épila

Estado: En construcción

Año: 2022

Promotor: Ayuntamiento de Épila

Tipo: Equipamiento

Superficie: 1.324 m2

Presupuesto: 1.065.410,76 €

Proyecto: Grupo Gen Arquitectura

Dirección Facultativa: Grupo Gen Arquitectura

Constructor: Grupo IAS

Ingeniería: INARGAS Ingenieros. Amado Arcas

Acústica: NIVEL 4. Joaquín Lasierra

Identidad visual: Estudio IBER. Ignacio Berges

El nuevo Centro Cívico de Épila se ubica en el edificio que hasta el momento era conocido como el Hogar del Jubilado. La extraordinaria localización del edificio en el casco antiguo del municipio, rodeado de edificaciones emblemáticas y de actividad tanto administrativa como cultural, lo convierte en un lugar de paso obligado para los vecinos. Teniendo en cuenta la previsión de evolución demográfica en Épila y la potencialidad del edificio la intervención tiene que tener en cuenta cierta imprevisibilidad, permitiendo flexibilidad ante el uso programático.

Con estos condicionantes se parte de la consideración de que la zona central del edificio original sea el corazón de la edificación, y por lo tanto un área a respetar maximizando su espacio libre. De esta manera resultan tres grandes salas liberadas casi en su totalidad distribuidas en las tres plantas del edificio.

En la planta baja, la zona central (Sala Nº1 – Hogar del jubilado) queda completamente libre, desplazando fuera de ella la actual barra de bar, cocina y almacenes. Aparecen nuevos huecos en su fachada interior norte que la comunican directamente con la Sala polivalente, pudiendo aumentar más si cabe su superficie.

En la planta primera la zona central (Sala Nº 2 – Espacio joven), queda liberada totalmente a excepción de una pequeña zona de acceso, ganando la superficie ocupada actualmente por los aseos, almacenes y despacho. Se realizan aberturas en su fachada norte para establecer una relación más directa con el Patio, pudiendo aumentar aunque sea a distinta cota, su superficie.

En la planta segunda, la zona central (Sala Nº3 – Ludoteca) queda liberada totalmente a excepción de una pequeña zona de acceso, desplazando los aseos y eliminando todas las numerosas particiones actuales. Además, es eliminado el falso techo de la mitad de la superficie, ganando altura y volumen al espacio. Del mismo modo que en las plantas inferiores, son realizadas aberturas de huecos en la fachada norte consiguiendo relacionar visualmente las actividades de la planta con el Patio.

Se pretende maximizar el espacio liberado también en la zona de ampliación del edificio. Dado que, a diferencia del edificio original, no existen unos límites que tracen la superficie a acotar, la intervención sitúa los elementos activadores de mayor volumen en dicho espacio.

En la planta primera, la zona de ampliación (Sala Polivalente), disponía de un uso de cine/teatro que condicionaba las actividades de este espacio mediante la configuración del suelo y la existencia de butacas fijas. Son eliminados los diferentes niveles de suelo y la sala de proyección, quedando liberada una superficie notable en el centro de la ampliación. De nuevo se recurre a la abertura de huecos, esta vez en el forjado, para introducir luz natural al espacio y dotarlo de mayor amplitud.

En la planta primera, la zona de ampliación (Patio), se reubican las instalaciones y se eliminan las escaleras metálicas existentes. Se solucionan es este espacio los servicios restantes del edificio, liberando el espacio central con idéntico criterio que en la planta inferior. La colocación de una grada longitudinal a toda la zona central, evita la necesidad de colocación de sillas en caso de un espectáculo, actuación o reunión; ampliando por tanto el espacio liberado para el desarrollo de la actividad.

Si el espacio liberado es el corazón del edificio donde sucederán las actividades, los elementos activadores son piezas de nuevas creaciones que dotan a esos espacios de los servicios suficientes para que estos funcionen. Los elementos activadores son objetos autónomos que podrían funcionar por sí mismos de manera aislada e independiente; pero que, además, colocados en la posición correcta del edificio pasan a formar parte de un gran mecanismo que consigue activar el edificio para su funcionamiento.

Los nuevos elementos introducidos en el edificio, tienen la pretensión de emplazarse en la edificación sin mezclarse ni mimetizarse con ella. La vocación de estos elementos es la de colocarse dentro del edificio, manifestando de forma clara que no pertenecen a la edificación original; y que, por tanto, pueden y podrán ser alterados, mejorados o sustituidos sin que el edificio original sufra alteraciones significativas. El edificio original será relacionado de forma directa con las superficies desnudas y/o materiales naturales.