La comisaría para el nuevo cuerpo de Policía Local de Épila, utiliza un espacio situado en la planta baja de la fachada trasera del Ayuntamiento de la localidad. Dicha posición le proporciona relación directa e independiente respecto al resto de la administración local. Sin embargo, la alta exposición de su fachada hacia la vida exterior y la necesidad de una óptima iluminación en el interior, desafiaban a un programa que normalmente cuenta con cierta distancia de protección y seguridad respecto al vial público.

La fachada se convierte en parte fundamental del proyecto, resolviendo mediante grandes y sólidas planchas de acero galvanizado la comprometida relación con la calle. Se abren grandes huecos que permiten gestionar desde el interior el grado de protección y de iluminación mediante lamas giratorias. Con los huecos cerrados, la comisaría se transforma en una suerte de búnker con enorme protagonismo en el casco urbano de Épila. Con los huecos abiertos, el interior se baña de luz natural generando una sugerente vibración en la fachada. En ambos casos, el nuevo zócalo mejora el encuentro del edificio con el suelo y dota de dignidad a su cara trasera.

El interior queda organizado en base a un rico estudio de las circulaciones de los diferentes usuarios y sus posibles cruces: policía, ciudadano, detenido, testigo y personal del ayuntamiento. En los espacios más cercanos a la fachada se sitúan las zonas de oficina y atención al público, enriquecidas por un “patio” interior que controla el acceso, aumenta el grado de defensa manteniendo una iluminación interior constante y dota de calidez al espacio con la presencia de árido y vegetación. En la zona posterior quedan ubicados los vestuarios, armero, calabozo, almacén, zona de descanso, sala de reuniones, circulaciones internas del edificio e instalaciones.

Dada la singularidad del programa, se realizó también el diseño del mobiliario interior consiguiendo así que los espacios completados con las zonas de almacenaje, barra de atención y mesas de oficina y reunión acordasen una imagen cuasi corporativa de la nueva policía local de Épila. Para ello, pretendiendo alcanzar una imagen de firmeza, transparencia y honradez, se optó por formas simplificadas con elementos de acero y con colores en gama gris, que sumados a puntuales aportaciones de azul consiguen una correlación con la fachada de acero galvanizado.