El Fuerte de Cazorla se localiza al Suroeste de Lerín, en el perímetro de su casco histórico, y se levanta de manera significativa en una ubicación estratégicamente dominante sobre el terreno, que potencia su carácter defensivo. El conjunto se compone por diferentes unidades edificadas y un gran espacio exterior a cota elevada sobre el suelo circundante. La fortificación recoge gran parte de la historia de la localidad y se encuentra expuesta al deterioro continuado del tiempo.

Se requiere la intervención de urgencia en la antigua capilla cementerial de Santa Bárbara, en consciencia del agravamiento acelerado de su estado de conservación. Esta edificación, de 10,70 m de longitud y 7,07 m de ancho, ha albergado en el pasado diferentes usos como ermita, capilla cementerial, vivienda del gobernador militar del fuerte o más recientemente el de academia musical, variando su configuración con el paso del tiempo.

La cubierta de la capilla fue reforzada en uno de sus cambios de uso con dos bóvedas de ladrillo para poder soportar el peso y empuje de la artillería que allí se emplazó durante las guerras Carlistas. Dichas bóvedas fueron demolidas y por tanto desmochada la torre, reduciendo así la altura total de la edificación.

El proyecto busca recuperar la volumetría original del antiguo Torreón, empleado como residencia del gobernador militar del Fuerte en 1875. Se apuesta por la recuperación de dos plantas interiores que podrán ser dedicadas a pequeños usos expositivos y divulgativos, la recuperación de la terraza superior como gran mirador y la consideración de hacer también visible o visitable la planta inferior ahora rellena de tierras por su interés histórico y arqueológico. Esto dotará a Lerín de un elemento simbólico de gran carácter que ayudará a la interpretación del Fuerte, así como a contribuir como mirador nocturno a su gran apuesta por el proyecto astronómico “Lerín tierra estrella”.