El edificio será el punto de información, control de accesos y servicios de la ruta de las pasarelas del Río Vero. El nuevo centro facilitará la recepción de visitantes, permitirá el alquiler de material técnico y presentará la ruta de montaña a través de un recorrido por su interior.

Su singular emplazamiento al borde del barranco de Payuala y fuera del límite urbano norte de Alquézar, ha conducido a tomar como criterios fundamentales de su diseño, los relacionados con su relación con el entorno. El edificio queda enterrado no sobrepasando la rasante del vial, para no entrar en conflicto con la Colegiata de santa María la Mayor y para no desconfigurar el límite edificado de Alquézar, muy definido en la zona norte. El centro, se idea como un puente entre lo urbano y lo natural, y para ello adquiere un lenguaje vinculado a los bancales de piedra, elemento constructivo muy utilizado en la zona para salvar el desnivel topográfico; un baile sutil entre lo civil y lo salvaje.

El edificio de dos alturas, se recorre en sentido descendente. La planta -1 está dedicada íntegramente a control de accesos y centro de interpretación, y regalando también perspectivas del entorno generadas entre los muros. La planta -2 del edificio se concibe como con un espacio más diáfano para la explicación de los guías. A su vez esta planta puede ser utilizada para actos en la plaza de la Cueva del Mullón, dando el servicio de aseos y vestuarios para las distintas actuaciones culturales que se programen en el espacio. La posibilidad de ser seccionado en el uso permite la versatilidad en su aprovechamiento para la población.

Está construido con muros de mampostería de piedra caliza de Alquezar, que se entrelazan para generar un recorrido de presentación de la ruta de las pasarelas. Las carpinterías exteriores y los cerramientos interiores son de madera en tonos oscuros. Debido al específico uso de la edificación el edificio cuenta con dos envolventes térmicas situadas una dentro de la otra de manera que se pueda ajustar el confort climático al uso abierto o cerrado propio de un recorrido en constante contacto con el exterior.

Las cubiertas del edificio se configuran como bancales ocupados por vegetación y por plazas pavimentadas, que pasan a formar parte de la red viaria del municipio.